🐷AHORRAR ENERGÍA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
¡¡¡¡Estrenamos Sección de Consumo con la economista Sara Muñoz Santos: ahorro, consumidores e información legal!!!
El coronavirus se ha convertido en el centro de nuestras vidas. Los hogares nunca habían estado tan llenos tantas horas. Ni habíamos visto tanto la televisión, ni puesto tantas lavadoras. Nos faltan hasta enchufes para cargar móviles, tabletas y ordenadores de quienes teletrabajan o estudian online. Comemos y cenamos todos en casa. Y nuestro tiempo de ocio, también lo pasamos en casa.
El confinamiento en los hogares por el estado de alarma para combatir la crisis sanitaria por el Covid19, afecta lógicamente a nuestro consumo de electricidad.
En todo caso, conviene saber que desde que comenzó el año, el precio del kWh ha bajado bastante (en torno al 10%), una tendencia que se mantiene o incluso se agudiza, en el mes de marzo.
De hecho, la demanda eléctrica global ha bajado un 14% con respecto a una jornada normal equivalente. Este descenso viene dado por los parones en la industria o en servicios, a pesar de que aumente el consumo a nivel doméstico provocado por el confinamiento.
Ese precio inferior del Kwh compensaría, al menos en parte, el aumento en el consumo durante este periodo de reclusión.
Decimos “en parte” porque, pese al descenso del precio del Kwh, al estar las 24 horas del día la familia al completo en casa, pagaremos entre un 30-40% más sobre un recibo habitual.
¿Cuánto se puede incrementar nuestra factura de luz?
El mayor uso de la vitro-cerámica supone un gasto extra de unos 13 euros al mes, 4 euros en el caso de la televisión y 2 euros el horno. La utilización de un ordenador portátil encarece 3 euros la factura. Suma y sigue.
En el caso concreto de una familia de 4 miembros, con una potencia contratada de 4.6 kilowatios (kW) y un consumo anual medio de 3.500 kwh, la factura eléctrica mensual sería de unos 54 euros, con lo que el incremento se elevaría hasta unos 80 euros.
En lo que respecta a un hogar de 2 miembros, con una potencia contratada menor (3,5kw) y menor consumo (3.000kwh al año) la factura sería de unos 44 euros. Con el mayor consumo derivado del confinamiento hablaríamos de un recibo de 60 euros.
¿Revisar la tarifa eléctrica?
No podemos pasar por alto otro aspecto: la bajada del precio de la luz, sólo repercutirá automáticamente en aquellos consumidores que se encuentren dentro del Mercado Regulado.
Por ello, conviene prestar especial atención a la Tarifa Eléctrica contratada para evitar sobrecostes y sobresaltos. Es un consejo habitual de las asociaciones de consumidores, pero ahora cobra más relevancia si cabe.
En primer lugar, tenemos que diferenciar los dos grandes conceptos de la factura eléctrica (impuestos al margen):
- El coste de la energía consumida, es decir, los kilovatios hora (kWh) que ha registrado el contador de la luz en el mes de la factura.
- La potencia contratada (la parte fija)
La clave aquí, reside en ajustar la potencia contratada al consumo del hogar.
En estos momentos, de uso más intensivo de los electrodomésticos podría darse el caso de necesitar más potencia para evitar que salten los plomos. Por el contrario, en otros inmuebles (seguramente el caso de muchos locales comerciales ahora cerrados), interesará tener menos potencia.
En cualquier caso, una de las medidas extraordinarias del Gobierno ha sido levantar la restricción por la cual solo se podía hacer un cambio de potencia al año. Además, algunas compañías han anunciado que no cobrarán por este trámite, pero obviamente una mayor potencia contratada implicará un mayor coste en la factura. Tenemos que valorarlo.
Como comentábamos, el descenso del precio de la electricidad sólo lo notaremos en factura, si estamos dentro del mercado regulado, ahora llamado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Si estamos dentro de una tarifa del mercado libre habremos pactado un precio “x” con nuestra comercializadora para todo el año. Un precio que, actualmente, se encuentra muy por encima de mercado. Es más, el ahorro de pasar a una Tarifa Regulada hoy se sitúa en un 28%.
¿Cómo podemos ahorrar?
Por otro lado, el hecho de estar en casa más tiempo hace que consumamos más, pero también nos puede ayudar a poner en práctica ciertas costumbres que pueden ser de gran ayuda para ahorrar.
- La temperatura
La calefacción, sobre todo si es eléctrica, supone un gasto notable dentro de un hogar. Cada grado que aumentemos por encima de los 20° puede hacer que nuestra factura suba hasta un 10%. Es conveniente, además, apagar la calefacción una hora antes de irnos a la cama y cerrar puertas y ventanas para evitar que se escape el calor. Igualmente, es importante, no cubrir los radiadores ni poner objetos al lado.
- Evita excursiones a la nevera
Estamos confinados, estamos aburridos, y hacemos más excursiones de lo habitual a la nevera, pero piensa que cada vez que abres el frigorífico estás desperdiciando el 7% de la energía acumulada en su interior. Tenemos que vigilar también la temperatura de nuestro frigorífico. Por lo general, +5°C es la temperatura óptima para un frigorífico y -18° para un congelador. Si elegimos temperaturas más frías, el consumo aumentará mucho y no nos servirá para conservar mejor los alimentos. Ponerlo al máximo puede encarecer nuestra factura entre 10-15€ al mes.
- Planchar la ropa una vez a la semana
Es otro consejo fácil para reducir el consumo. Aunque, con lo poco que vamos a salir, para estar en casa, podemos usarla tal y como queda al descolgarla del tendedero.
- Estos días cocinarás mucho, pero mejor prescinde del horno.
Es uno de los electrodomésticos que más energía consume. Es preferible utilizar el microondas, necesita más potencia, pero es más rápido y eficiente (gasta entre un 60-70% menos)
Y si vamos a utilizar vitro-cerámica y horno, el mismo consejo: aprovechar el calor residual. Ambos mantienen el calor varios minutos después de apagarlos (excluyendo la inducción). Utilizaremos este calor para que los alimentos terminen de cocinarse. Procuraremos cocinar más de un alimento al mismo tiempo y no abriremos la puerta del horno para “ver cómo va el asado”.
- Cuidado con el consumo fantasma
Apagar los aparatos eléctricos “que están conectados, pero no estamos usando” (televisor, ordenador, cargadores de móvil, router, etc.), nos puede hacer ahorrar hasta un 10% en la factura de la luz.
Y sobre todo…
Ahora que tenemos un poco más de tiempo podemos aprovechar para sentarnos tranquilamente y revisar nuestra factura de la luz. Valorar si tenemos una tarifa adecuada a nuestro perfil de consumo, con la potencia necesaria o si nos compensa o no tener la tarifa de discriminación horaria.
Otra alternativa que podemos considerar es un cambio de compañía para ahorrar, siempre que realicemos un cambio bien asesorado. Insisto, tenemos más tiempo para analizar nuestro consumo y comparar diferentes ofertas del mercado, recordando que un cambio de compañía eléctrica nunca implica el corte del suministro.
Como vemos, incluso en estos momentos intensivos en consumo, es posible ahorrar!!!
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