EL IMPACTO DE LOS INCENDIOS FORESTALES
Durante estos últimos días y ante la inquietud generada por el gran número de incendios y la desgracia añadida de pérdida de vidas humanas, nos hemos decidido en nuestro Despacho de Bilbao a escribir sobre la problemática de los incendios forestales: ¿Tenemos una regulación legal adecuada? ¿Se investigan los delitos forestales? ¿Por qué no se da «publicidad» a las condenas impuestas?
¿Cuáles son las causas?
Según los expertos, este 2017 va camino de convertirse en el peor año en materia de incendios de la década. Ahora bien, no se trata de un problema exclusivo de España. Hasta el 26 de Agosto, el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) contabilizó 547.812 hectáreas afectadas por incendios dentro de la Unión Europea, un 60 % más de la media entre 2008 y 2016. Los datos ofrecidos por el MAPAMA durante el periodo del 1 de enero de 2017 al 3 de septiembre, que no incluyen las hectáreas que el fuego ha arrasado o lo está haciendo en Asturias, Galicia y León, son:
- Se han producido 20 GIF (Grandes Incendios Forestales), un 33% más que la media de los últimos diez años, durante el mismo periodo.
- La superficie forestal afectada: casi 85.000 hectáreas, un 17 % más que la media de la década.
- El porcentaje de la superficie afectada en relación a la superficie forestal nacional: 0,295%.
Las condiciones de sequía y olas de calor asociadas al cambio climático. El incremento de la “combustibilidad” de nuestros montes debido al despoblamiento rural, el abandono de las actividades tradicionales, la falta de inversión y la ausencia de políticas serias que gestionen el territorio de forma ordenada y sostenible es lo que, sobre todo, y sin olvidarnos de los pirómanos, ha llenado España de potenciales “bombas forestales”.
¿Están siendo efectivas las medidas legales en vigor?
Solamente un porcentaje muy pequeño de los delitos por incendios forestales investigados son llevados a juicio. La falta de pruebas concluyentes que permitan presentar ante un juez o un jurado una causa bien armada, las dudas e incluso el olvido que provoca el paso del tiempo en los testimonios de vecinos, dan al traste la mayor parte de las investigaciones en materia de incendios. Salvo las causas por imprudencias (quema de rastrojos) que resultan sencillas ya que se resuelven con un juicio rápido, en los asuntos más complejos la resolución se demora varios años.
La sección de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado en su memoria de 2016 plasma los siguientes datos referidos a Diligencias de Investigación:
- Incoadas: 486
- Denuncia / Querella: 156
- Archivadas: 286
En cuanto a delitos asociados a sentencias, de un total de 169, 140 fueron condenatorias y 29 absolutorias.
A fin de ayudar a los Agentes de la Autoridad en la investigación judicial de estos siniestros e identificar a sus autores y, de esta manera, incrementar la tasa de esclarecimiento de delitos y faltas, un equipo científico compuesto por miembros de la Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo (SACD) de la Unidad Técnica de la Policía Judicial de la Guardia Civil y del Departamento de Psicología Social y Metodología de la Facultad de Psicología de la UAM, pretende encontrar relaciones predictivas entre tipos de incendio forestal y características de las personas que los perpetran. Los análisis estadísticos realizados en el 2015 mantienen una propuesta de 5 perfiles principales de incendio forestal de carácter “operativo”: beneficio, venganza, sin sentido, imprudente grave e imprudente leve.
¿De quién es el monte?
De todo el parque forestal inventariado en España (datos 2013 MAPAMA), 18.392.441 hectáreas corresponde a arbolado y 9.345.564 hectáreas a desarbolado. Por titularidad, corresponde a privada el 69,4 %, a entidades locales el 22,2 %, al Estado o CCAA el 6,1 % y a vecinales “mano en común” el 2,3 %.
¿Cuál es la situación actual?
En España somos buenos apagando incendios forestales: el 65 % de ellos son extinguidos en fase de conato (menos de 1 hectárea), En cambio, no lo somos evitando que se produzcan, en su prevención.
Queremos insertar un extracto de una entrevista realizada a Eduardo Rojas el 03/07/2012, entrevistado por el diario La Vanguardia, en aquel entonces subdirector general de la FAO y responsable de su departamento forestal, gran conocedor de los incendios forestales, y la gestión de los bosques y que, sin lugar a dudas, sigue de manera clara, vigente:
“Existe un amplio consenso en que las políticas meramente reactivas basadas exclusivamente en una inversión desproporcionada en extinción, frente a la prevención. Uno de sus principales efectos perversos es la denominada paradoja de la extinción.-¿Qué es?- Como cada día somos más capaces de extinguir hasta el 99% de los incendios en las primeras horas, estamos acumulando un riesgo enorme en cuanto por condiciones meteorológicas extremas se escape un incendio. Por ello, se hace necesario disponer de una segunda estratégica de ataque al fuego en el caso que éste se haga catastrófico. Esta estrategia tiene que ser diferente de la previa, dado que el agua transportada por tierra o aire además de su coste nunca podrá con un incendio de grandes dimensiones. Técnicas ancestrales como los contrafuegos -preferentemente nocturnos-apoyados por líneas de defensa bien diseñadas y una predicción meteorológica afinada, son una cirugía capaz de evitar el peor escenario. Esto requiere evidentemente de un personal técnico altamente cualificado y considerable determinación.”
¿Cuánto cuesta apagar un incendio?
Según un artículo recogido del diario La Región de fecha 11/10/2016 sobre los incendios en la provincia de Galicia:
“Apagar un incendio que afecte a una superficie de entre 20 y 30 hectáreas supone un gasto de 300.000 euros, según los datos que manejan brigadistas de distintos distritos forestales. Los medios aéreos se llevan la mayor parte de este dinero.
Los aviones e hidroaviones con capacidad para trasportar entre 3.000 y 6.000 litros de agua cobran desde 5.500 hasta los 6.000 euros por hora de trabajo, mientras que los helicópteros tienen una tarifa de entre 4.000 y 4.500 euros, dependiendo de su capacidad”.
Durante el año 2016, los medios aéreos del MAPAMA realizaron un total de 1.569 intervenciones en la extinción de incendios forestales, en poyo a los dispositivos de las respectivas comunidades autónomas. En total volaron 4.642 horas en incendio, realizando 21.667 descargas sobre las llamas.
Todo ello sin entrar en otras valoraciones de daños. Evidentemente es una somera pincelada sobre uno de los aspectos del problema que no tenemos que perder de vista.
Analizados los datos … ¿cuáles deberían ser las vías de solución?
La sociedad española y los responsables políticos deben asumir que el problema de fondo, no son los incendios en general, sino aquellos de alta intensidad, difícilmente controlables y en aumento por la combinación de tres factores: acumulación y continuidad de combustible, abandono rural y cambio climático.
Es el momento de que las administraciones revisen el modelo vigente de lucha contra los incendios, basado en grandes inversiones para sofocar los fuegos, pero que obvia el paulatino abandono de los montes, e innoven para abordar el problema de raíz.
A través de este artículo, hemos intentado ofrecer una visión un poco más completa, lo más alejada posible de los prejuicios y de las ideas preconcebidas, y de recopilar los distintos puntos de vista de los agentes implicados en el ámbito forestal.
Se trata de un tema de actualidad que nos afecta a tod@s. Somos abogados, pero también ciudadanos y, por lo tanto, nos parecía interesante compartir estos datos y reflexiones con aquell@s que todas las semanas dedicáis un rato a seguir nuestro Blog.
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