Argumentos a favor de la Custodia Compartida
Las custodias compartidas se conceden pensando en el interés de los menores de edad, fundamentalmente, porque a través de dicho sistema se garantiza la relación permanente entre el menor y ambos progenitores.
Además, permite a ambos progenitores ejercer la coparentalidad de un modo activo, participando en todas las esferas de la vida del hijo/hija.
Con este sistema, dejan de existir padres/madres «visitadores» y se comparten, de forma constante, obligaciones y responsabilidades, con el objetivo de que la ruptura o el divorcio distorsionen, lo menos posible, el día a día del menor.
Argumentos en contra de la Custodia Compartida
La custodia compartida es el sistema ideal tras una separación o divorcio, si bien, en la práctica, no funciona cuando los progenitores no tienen similares estilos educativos. ¿Por qué? Porque, si los menores no perciben pautas comunes, su desarrollo personal y emocional se va a resentir y, a medio y a largo plazo, se van a evidenciar problemas de comportamiento. Tampoco es una buena solución cuando la distancia entre los domicilios de los progenitores es excesiva.